Con motivo de presentar propuestas para la refuncionalización de dos edificios de valor patrimonial en los que se desarrollarán las nuevas oficinas centrales de AySA, dentro de la Planta Potabilizadora General San Martín, la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) organizó el Concurso Nacional de anteproyectos AySA / Refuncionalización de edificios patrimoniales para la localización de oficinas centrales.
El jurado otorgó el primer premio a los autores arquitectos del equipo KLM Kelly Lestard Maldonado + Romero: Federico Kelly, Paula Lestard, Hernan Maldonado y Oscar Romero, los colaboradores Alejandro Ispani, Javier Maratea, Magdalena Casares Bonnet, Diego Eduardo Navarro Ronda, Demian Emanuel Casco, en conjunto con la asesoría del Estudio Grinberg (Instalaciones y Sustentabilidad), Ing. Fernando Gonzalez (Paisajismo), e Ing. Sebastian Berdichevsky (Estructuras). Revisa el proyecto a continuación.
Descripción por los autores. Una operación como la que se plantea, supone un enorme movimiento e inversión de recursos humanos, económicos y organizativos.
Un único edificio logra un ámbito de trabajo centralizado, eficiente, saludable y flexible, resuelve dentro de su envolvente todos los movimientos, vehiculares, peatonales, de relación entre los distintos programas funcionales y entre las distintas jerarquías dentro de la empresa. Un único edificio facilita la gestión de semejante movimiento.
Una sola obra a la vez, concentrada en un único edificio en el que no hay personal afectado y se puede edificar con facilidad de acceso para operarios y maquinarias, posibilita que todo el entorno circulatorio y paisajístico, e incluso los usos presentes en el edificio ex casa de bombas impelentes (comedor/capacitación/salón de eventos), continúen en funcionamiento. Dejando a este ultimo edificio como reserva para un crecimiento futuro, que de esta manera no interfiere con las nuevas actividades ni con el área operativa.
Un único edificio concentra todas las ventajas de un edificio nuevo, contemporáneo, posibilita la interacción y colaboración de todo su personal no operativo, logrando horizontalidad, transparencia, versatilidad y dinámica, y, lo que es más importante, la transmisión y comunicación de estos valores, tanto a los que conforman la empresa, como a los visitantes.
Un único edificio y una sola operación logra, con menor impacto, un mayor rendimiento. Minimiza el impacto ambiental, logra mayor eficacia económica, productiva y laboral. Un único edificio restringe las circulaciones vehiculares dentro del predio, permitiendo la máxima preservación de su valor edilicio, paisajístico, de sus jardines y sus especies vegetales.
Un único edificio pone en valor la preexistencia que posibilita toda esta acción conjunta -el edificio ex Filtros Lentos-, obteniendo lo mejor de la interacción con sus condicionantes, trayendo al presente la memoria de su pasado, inundando con su historia, su actualidad y su futuro. La presencia resultante, el ensamble ajustado de lo nuevo con la historia, transmite y comunica, con contundencia, los valores de la compañía: AySA, un futuro con historia.